¿Estrategia?

Desde que el tiempo es tiempo, hay una cosa que hemos hecho los humanos, acomodarnos en nuestro espacio de confort. Ese escenario acotado por aquello que realmente podemos controlar y dejar sólo al libre albedrío unos cuantos parámetros, más relativos al asueto que a cosas realmente importantes. La identificación de otros mundos se hace interesante, y más en este momento, como escaparates de observación pero que dificilmente nos aventuramos a explorar la vivencia en ellos. Este es el error que en este momento, agravado por la situación, recrudece muchas de las dificultades de diferentes empresas y personas.

Quiero recordar dos citas que se leen en facebook y twitter de forma recurrente, como un mantra, pero que después de leerla muy pocos ciudadanos les sacan juego y aplican a su estrategia personal o profesional.

La primera que quiero recordar es una de Albert Einstein «Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo«. Realmente muy interesante a la par que muy estresante. ¿hacer algo diferente para obtener resultados diferentes? y las siguientes preguntas son ¿cuales son esos resultados? ¿qué puedo hacer diferente? Obviamente entra en acción una de las emociones más crueles y paralizantes tipificadas, el miedo. El miedo a salir del área de confort donde en tiempos pasados, haciendo lo mismo, se obtenían resultados óptimos o eficientes, que facilitaban esa rutina que permitía tener todos los elementos controlados. Spencer Johnson en su libro «¿Quién se ha llevado mi queso?» nos hace una alegoría interesante al respecto, apartándome de los detractores de este tipo de libros, me parece una lectura muy interesante para  pensar que actualmente muchos de nosotros nos acomodamos en aquella área de confort y olvidamos que los sistemas capitalistas en los que moramos, son como la meteorología, son periodos cíclicos y cambiantes. Estar alerta y estar dispuesto al cambio, es tomar como base que las circunstancias que ayer nos ofrecían determinados resultados, hoy pueden no darse o algo más habitual, no repetirse, porque la evolución es constante. Ningún tiempo pasado fue mejor o peor, simplemente fue el que fue y lo único que podemos pensar es como hacer el futuro mejor. Publicaba Chema Estévez un artículo en el blog de EVM que realmente me encantó y que hace una referencia a ese pensamiento de mirar hacia atrás para sentirnos mejor esperando que los tiempos pasados regresen para volver a estar bien. Su reflexión final de cualquier tiempo futuro será mejor me motiva a pensar que debemos hacer algo diferente.

Convencernos que, para avanzar, hay que hacer algo diferente, es un paso complejo que requiere preparación mental. Esta reacción surge del convencimiento y la seguridad en uno mismo, aunque puede darse otra casuística, también habitual hoy entre muchos,  que sea la única salida a una situación crítica. No siendo relevante como hemos llegado a este punto, por inercia propia o empujado, la siguiente pregunta que nos surge es y ahora… ¿qué hago?

Para responder a esta pregunta quiero hacer referencia a la segunda cita, una que me encanta. Se encuentra documentada en Séneca, ese filosofo, presunto cordobés, que habitó en la gran Roma y dice así «No hay viento favorable para quien no sabe donde va«. Que cierto es. Pero la pregunta inmediata es ¿Qué nos hace falta para saber donde ir? Pues está claro, lo hacemos con los amigos cuando pensamos en quedar, con nuestras parejas o simplemente cuando pensamos en el día de mañana al ir a dormir, un plan! (aka Estrategia).

Nos dice la RAE en la segunda acepción de Estrategia, porque las otras dos no son muy relativas a nuestra conversación, que es «Arte, traza para dirigir un asunto» Y aquí nace el cordero, el asunto. El asunto somos nosotros mismos, las personas. Para poder elaborar la traza de «nuestro asunto» sea personal o profesional, la primera pregunta más importante, aunque otras emerjan y parezcan más relevantes, es ¿qué quiero ser? En este punto creo que es de obligada lectura un post de uno de los grandes de la Estrategia, mi amigo Lucas (aka CalvoConBarba).

En el Innovation in Mind, Nolan Bushnell nos propuso un juego y era que escribiéramos en una hoja de papel que haríamos con nuestra vida si tuviéramos un millón de dólares en el banco, obviando evidentemente la frivolidad de las compras desmesuradas. Todo el mundo comenzamos a hablar y detallar nuestro proyecto personal, aquello en lo que trabajarías que realmente te motiva, te gusta y para aquello que realmente creías que habías nacido y por lo que valía la pena levantarte cada mañana de tu vida. El Zas! en toda la boca, fue cuando nos dijo, acto seguido de haber terminado de escribir, que le diéramos la vuelta al papel y escribiéramos por qué no estábamos haciendo eso ya en la actualidad. ¿te atreves a hacerlo? Estoy seguro que vas a alucinar y recordaras aquella otra cita de «quien quiere hacer algo encuentra motivos y quien no quiere, sólo encuentra excusas«.

Para una empresa, funciona exactamente igual, qué quieres ser es la pregunta más importante puesto que no debemos olvidar que, aunque una empresa está regida por unas normas jurídico-mercantiles, está formada por personas y realmente es su activo más importante.

Si te has atrevido a contestar al juego y te das cuenta que en el anverso del papel sólo tienes excusas, sólo te falta una cosa y tienes otra, si cabe, más importante. Te falta la actitud para ponerte a jugar la aventura más apasionante de tu vida y tienes un puerto destino, por lo que sólo hay que buscar el viento favorable y la tripulación para llegar hasta allí.

Exactamente así es como enfocamos los proyectos desde Emoción7, como un ¿qué quiere ser este proyecto? y ¿por qué no se va a poder hacer? y desde ahi comenzamos, en definitiva nosotros somos personas y trabajamos por, y para, personas… ¿no es cada proyecto algo personal en cada momento?

Recuerda que todo lo que hacemos, pensamos y creemos es por nuestra condición humana. Todo lo que quieras ser comienza por ahi y acaba ahi, es decir, hagas lo que hagas es de humanos por y para humanos. Esa regla, para mi, es muy importante y condicionante.

Si decides empezar por aquí, no lo dudes, pregunta lo que quieras… en los siguientes artículos os trasladaré mi forma de contestar a las preguntas que me respondo a mi mismo… ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuando? ¿Dónde?

 

Un Comentario

  1. Pingback: Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo | Emoción 7 Marketing y comunicación digital
  2. Amore

    Estrategia??, me parece el discurso mas cercano a una disección sobre la crisis de los 40, donde las citas te llevan al «que hago yo aquí y ahora». Pero puestos a leer o buscar el queso, mejor identificamos primero el cepo con Georgio Nardone en «El arte del cambio» por ejemplo. Aunque si la sociedad esta enferma llena de trastornos fóbicos, neuróticos y obsesivos, las empresas también, y por seguir el estilo narrativo con otra cita típica «hay que quererse a uno mismo, para poder amar a los demás»…aplicada al mundo de la empresa y la psique…mejor curar las fobias propias que generar nuevas, con ilusiones o emociones imposibles.
    Si huir es de cobardes, ¿por qué algunos huyen hacia delante?..Reflexión de una mañana de domingo.

    • etham

      Podria ser Amore que fuera una disección de una crisis de los 40, puesto que moro en esa decenia, pero no es el caso. Tal vez en los tiempos que corren las fobias son aquellos detonantes que nos hacen salir hacia adelante, huir hacia adelante, como cuestionabas aquella mañana de domingo, pero hasta para huir hay que saber hacia donde se va. Planear una estrategia, hasta para huir, te hace que la solución a un problema no te genere nuevos y más complejos. Las empresas viven tiempos convulsos y más los empresarios que las dirigen, algunos se remueven entre la supervivencia o el abandono, no son buenos tiempos para casi nada. Sólo pararse, observar, pensar y replantear, no sin asumir riesgos, te puede dar la clave para no huir, sino para avanzar.

Deja un comentario